Alicia Massarini: “La mayor cantidad de efectos adversos de los vacunados por COVID en Argentina se presentaron con las vacunas basadas en modificaciones genéticas”.

La Bióloga e investigadora del Conicet destacó que son pocos casos cada 100 mil habitantes, en los dos meses siguientes a la vacunación, pero “no hay una construcción de estadísticas serias y articulada con el sector científico”. En diálogo con Tarde para mañana, la biólogo analizó el informe del Ministerio de Salud de la Argentina, que detectó una tasa de 357 reacciones adversas por cada 100.000 dosis aplicadas.
El informe analiza el comportamiento de los pacientes vacunados contra el COVID, con 3 vacunas: Sputnik V, AstraZeneca/CovidShield y Sinopharm (ver informe completo: https://bancos.salud.gob.ar/sites/default/files/2021-07/12-informe-seguridad-vacunas.pdf). Lo hace en base al proceso de vacunación efectuado en el país desde el 29 de diciembre de 2020 hasta el pasado 2 de junio: con 12.801.115 vacunas aplicadas. En total, se notificaron al Sistema de Integración de Información Sanitaria de Argentina (SIISA) 45.728 «eventos supuestamente atribuidos a la vacunación e inmunización (ESAVI)», entre un total de 12.801.115 aplicaciones. Ello representa una tasa de 357,22 reacciones por cada 100.000 dosis aplicadas. “La mayoría son reacciones de baja complejidad, parecidas a las que se dan en vacunas como la gripe; pero también las hay de mayor riesgo para la vida: como la trombosis o la miocarditis. Lo importante para rescatar en este punto es que los efectos graves se dan en las vacunas modificadas genéticamente (Sputnik V y AstraZeneca/Covishield)”. Estas vacunas usan una plataforma tecnológica nueva: basada en ADN o ARN; mientras que la Sinopharm se basa en la tecnología tradicional de virus inactivado. Además, la mayor cantidad de efectos adversos, independientemente de su gravedad, se da también en Sputnik y en AstraZeneca: 580 y 153 cada 100 mil dosis aplicadas, contra 49 cada 100 mil dosis de la Sinopharm.
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