La feria se queda donde está, por Ch. Astorelli

La Municipalidad firmó un convenio con la Feria de Artesanos para concesionar por cinco años el espacio que ocupa. El nuevo acuerdo formaliza algo que estaba en plena vigencia, pero otorga un plazo y establece nuevamente –esta vez con la recientemente conformada Asociación Civil Feria de Artesanos de San Marcos Sierras – las pautas de uso y mantenimiento de este espacio público.

“Se consiguió algo que la feria estaba buscando desde el 2014, después de casi 17 años que estamos en ese espacio: un lugar con un reconocimiento cultural que ahora se plasmó a través de un convenio. Es un logro de todos, que fue bien conseguido. Nosotros hicimos un trabajo desde el poder Legislativo al Ejecutivo, de esta manera el espacio está ratificado y queremos seguir aportando al pueblo”. Fueron las palabras de Alejandra Alías, referente de la feria de artesanos en nombre de las más de 70 familias que trabajan allí, luego de la firma el 24 de noviembre último.

El Ejecutivo está autorizado a formalizar este tipo de acuerdos por el poder que le otorga una ordenanza para firmar convenios de uso del espacio público una vez que el Consejo determina su concesión. En realidad, la sesión del espacio estaba por ordenanza desde la época del intendente Francisco “Pilín” Bagna, cuando el entonces concejal Manuel Nuñez gestionó una nueva ubicación luego del desalojo de la plaza.

Ahora se hizo una concesión del espacio, con determinadas condiciones, que son similares a las que venían siendo pautadas. El convenio da un marco legal a temas como el pago de la limpieza de los baños públicos, su mantenimiento y reparaciones, que desde hace rato costean el Municipio y la Feria con idas y venidas.

Luego de muchos conflictos…

Desde la ordenanza de Bagna pasaron varios años en que el permiso para el uso de ese tramo de calle San Martín fue cuestionado y ratificado en distintas oportunidades. La primavera que viven la Feria y las autoridades, que se selló con la valiosa declaración este año como de Interés cultural, no siempre estuvo plagada de flores.

Hace apenas un año se zanjó una discusión con el Ejecutivo de Alejandro Alarcón y el Consejo Deliberante sobre si el kiosco de la esquina estaba contemplado en el espacio cedido. Ya había habido diferencias acerca de si el cuarto lindero con los baños públicos era parte del predio, a pesar de que los artesanos habían confeccionado los planos completos por una arquitecta feriante, que obraban en poder de la Muni. Las idas y venidas de los últimos años incluyeron, además, controversias sobre el pago por el mantenimiento y materiales de los baños, cuando hubo que comprar tanques de agua para un servicio que usufructúan públicamente vecinos, artesanos y turistas durante todo el año.

Hoy, el crecimiento institucional y colectivo de la feria y la madurez para la comunicación y discusión pública han legitimado el aprovechamiento de un espacio que es un bien de todos. Un pedacito de San Marcos construido y hermoseado por un sector pujante y central en la economía y cultura de nuestro pueblo.