Cashé sí, cashé no, cachendié, por Ch. Astorelli

Luego de 3 reuniones para alcanzar una política común en la retribución a los músicos, bares y artistas no pudieron definir un acuerdo. Algunos locales tomaron la determinación de no pagar más fijo y dar el 100% de las entradas, lo que está generando disconformidad en una temporada turística de regular para abajo. Las bandas visitantes que tocan por la gorra tallan fuerte en un mercado donde la oferta y la demanda también mandan, lo que plantea condiciones desventajosas para los artistas locales.

 

“Somos los muñequitos de la torta, pero la fiesta la hacemos nosotros”, opina un músico ante la decisión de un bar local de no pagar más un caché fijo para sus shows. “Piensan que van a salvarse con la temporada”, agrega. Y es que hay controversia en la escena local, y surgió luego de varias reuniones donde artistas y comerciantes intentaron fijar una base mínima de negociación para las bandas locales durante la temporada, pero no llegaron a un acuerdo común. El problema es que algunos boliches cambiaron su política, lo que generó descontento en algunos músicos locales.

Hasta ahora se manejaban con un criterio más o menos común de un básico más un porcentaje de la entrada. Luego se barajó la posibilidad de dar $ 800 por músico, más el 75% de la entrada. “Durante esas reuniones, surgió la propuesta de los bares de sacar el fijo y que se queden el 100% de la entrada; a cambio les pagábamos la promoción: folletería, publicidad en la FM Garabato y en la Quilpo, pero no aceptaron. El tema de la producción es un problema: porque hay músicos que quieren venir y tocar, pero no mueven sus shows y nosotros corremos con todos los riesgos”, informa a Hebdó el dueño de un bar local.

Uno de los músicos consultados por este medio también se muestra desconforme con el retiro de un caché fijo: ”Nos sacaron un derecho adquirido, porque si la fecha no funciona, nosotros no nos garantizamos ni siquiera un mínimo para bancar los gastos que implica moverse para tocar. Yo no voy a argumentar que les bajaron el impuesto y nos lo tienen que trasladar a nosotros, eso bien ganado lo tendrán. Pero 100% de la entrada lo tuvimos siempre como posibilidad. El tema es que acá algunos bares cambiaron las condiciones que teníamos hasta ahora”, remata.

Hoy, cada bar finalmente pauta sus condiciones y no hay un acuerdo común. La cuestión es que las bandas más convocantes tienen más margen de negociación, pero no hay unas condiciones mínimas pautadas para todas. A esto se agrega la oferta de bandas visitantes. “Lo que pasa es que hay un montón de bandas dando vueltas que tocan por nada o por la gorra, y eso nos conviene no porque queramos ganar más, sino porque la temporada no es buena: cuando hay show, muchas veces yo pierdo plata o no gano nada. Estoy tratando de ir logrando acuerdos porque sabemos que es el momento de los músicos locales de trabajar, pero se hace difícil”, remata uno de los gastronómicos consultados.

Lo cierto es que caché sí, caché no, hoy algunos músicos destacados y activos de San Marcos están trabajando disconformes con sus condiciones, en un matrimonio indisoluble: bares y artistas que hacen de la escena local de nuestro valle, un lugar destacado y de referencia nacional.