75% de descuento para la cultura, por Ch. Astorelli

Es la quita para el derecho de espectáculo que pagan los bares, aprobada por el Concejo deliberante unánimemente. Implica una transferencia de recursos de casi $ 250.000 pesos del Municipio al sector de la cultura. El reclamo de una baja en este impuesto es de larga data y nunca se había escuchado hasta ahora. Sin embargo, el fin de semana después de Navidad –el primero tras el descuento- solo 1 de los 8 boliches que tienen permiso de espectáculos pidió permiso.  Algunos referentes del sector argumentaron que “no sabían” desde cuándo corría la nueva tarifa.

por Charly Astorelli

La demanda del sector de la cultura que ofrece espectáculos artísticos y musicales en lugares privados por fin se hizo escuchar. En la Audiencia Pública que trató la Tarifaria para 2016, se bonificó el impuesto que gravaba con $ 455 a cada espectáculo. A eso, había que sumar los dos adicionales policiales a que obliga la ley (aunque no siempre asistan a los eventos), y el impuesto al comercio que mes a mes pagan por la habilitación. Agregando el sonido que requiere cualquier espectáculo musical, los costos de producción eran una fuerte carga que lastraba a bolicheros, músicos y artistas en general: un sector importante en la actividad económica de San Marcos y en la atracción turística que ofrece nuestro pueblo.
Doble impuesto para pocos

El pedido de los bolicheros y artistas se basó, por un lado, en el reclamo por el “doble impuesto a la cultura” que representa el pago del impuesto al comercio mensual y el canon obligatorio para cada espectáculo. Pasa que la habilitación municipal es “con espectáculos públicos”, y los dueños de bares y restoranes se preguntan por qué, entonces, tienen que pagar por cada uno que hacen. “Es como si el almacén tuviera que agregar un canon por cada persona que entra a comprar”, decía uno de los referentes del reclamo.

Sobre este punto, el Concejo deliberante se comprometió a evaluar la quita definitiva del derecho de espectáculo en la primera mitad de 2016. Además, la comparación con la carga impositiva para otros sectores también fue parte de la argumentación. Mientras un boliche habilitado aportaba hasta el momento casi $41.000 pesos en 90 días de temporada, un Hostel abona un promedio de $ 5.700 por año (según la cantidad de camas): casi diez veces menos de lo que pagaba el sector de los espectáculos en solo 3 meses.

Resolución

El reclamo de los artistas y dueños de bares y restoranes es de larga data y nunca se había escuchado hasta ahora, quedando eclipsado por la vieja discusión de horarios y decibeles que dominó la escena durante el tratamiento y reforma de la ordenanza de espectáculos públicos los últimos dos años. La propuesta inicial del oficialismo fue una quita de 60%. Esa cifra alanzó el 75% final tras un cuarto intermedio y la propuesta de la oposición, que hasta diciembre en el Poder Ejecutivo nunca había hecho lugar al pedido. Como sea, el resultado es que cada espectáculo pasó de costar $ 455 a casi $ 120, y eso es un alivio además de para los bolicheros, para los músicos y artistas, ya que el alto costo del impuesto tallaba en la negociación por el cashé o las entradas en cada show.

Nota aparte requiere la información que dio el concejal del oficialismo César Jaime a una semana de la aprobación del descuento. “Durante el fin de semana siguiente a Navidad, un solo permiso de espectáculo se pidió en la Municipalidad”, en un finde largo en que la programación musical y artística fue nutrida. Los bolicheros que escucharon el dato del concejal el lunes pasado en el Concejo agradecieron la quita y adujeron que seguramente fue por falta de información acerca de cuándo se aplicaba la nueva tarifa.

“Seamos responsables”, se escuchó de fondo.